CD REVIEW | Killswitch Engage – Atonement (2019)

La banda estadounidense liderada por Jesse Leach, catalogada como la fundadora del Metalcore, nos sorprende una vez más con su nueva producción titulada «Atonement», estrenada en agosto. Ya desde el 2016 que no lanzaban nada nuevo y la verdad es que valió la pena esperar 3 años. El público enamorado de este estilo esperaban con ansias esta creación, que no deja a nadie indiferente. Sonidos propios del estilo y nuevas combinaciones, nos hace abrir el apetito musical, ver que tiene de nuevo el conjunto Estadounidense, que tiene al haber 8 discos de estudio.

                           Atonement 2019

Este trabajo comienza con “Unleashed”, canción llena de rapidez, dureza y acordes melódicos, el juego de voces nos da esa emoción propia del Metalcore, acompañado de sonidos limpios, guitarras agudas, logro obtenido por sus dos grandes guitarristas, Adam Dutkiewicz y Joel Stroetzel. Seguimos en este viaje y nos encontramos con un feat entre Jesse y Hogard Jones ex vocalista de la banda y actual vocalista de Ligth the Torch. El tema en conjunto tiene por nombre “The signal fire”, el cual tiene vídeo clip, publicado este mes recién pasado. La rapidez nos vuelve a sorprender, la melodía es lo suyo, una marca inconfundible, sonidos pesados y muy llamativos que nos hacen recordar al Death Metal, melodías aplastantes, desgarradoras, ambas voces hacen explotar la canción, gutural sumado a voz limpia, una combinación alucinante, sin duda es un magnifico trabajo.

El tercer tema se titula “Us against the world”, la batería de Justin Foley destroza, rompe el espacio pasivo de la voz, tintes de Aggro también aparecen en este himno con letra esperanzadora y un poco triste, solos de guitarra a la par de la agonía musical, damos un vuelco hacia lo oscuro con “The crownless King” feat con el uno de los grandes del Thrash Metal, Chuck Billy, vocalista de Testament, mucha rapidez y golpes musicales, el headbanging no se puede evitar, la melodía no tarda en aparecer, y los guturales nivelan la densidad del tema, los colores del Death Metal melódico danzan entre los acordes, dejando una sensación rabiosa en los oídos, terminando con sonidos modernos, una secuencia de momentos vibrantes a nivel musical, la unión musical entre los estilos que representa cada vocalista nos enfrenta a un juego difícil, pero limpio en donde sacan lo mejor de si. “I am broken to” es la balada del disco, cumple con el objetivo de remontarnos a recuerdos o sensaciones más dóciles y no tan duras como las canciones anteriores, tiene un lenguaje simple, pero que transmite en potencia la melancolía, a través de la voz y matices contrapuestos de los instrumentos.

La característica de este disco es dar saltos o quiebres, “As sure as the sun rise”, suena a una carrera en donde no hay respiro para detenerse, acordes entrelazados en donde los tiempos van marcados uno tras otro, un tema de aquellos para recomendar la banda. El sexto tema “Know your enemy”, no se queda atrás, el grito desgarrador y la batería es su fuerte, mucho tinte Groove, canción que evidencia y registra la gran trayectoria de la banda. “Take control”, mantiene la línea de lo ya escuchado, quizá cambia en la rapidez, pero no en lo pesado de ritmo y sonido, es en este tema donde oímos más voces limpias (en cantidad de tiempo) un valioso trabajo vocal de Jesse. La rabia se hace presente en “Ravenous”, tema veloz, rompe cuellos, en donde se asoma la calma pero vuelve a romper en la tercera parte de la canción, gritos inigualables, desgarradores, una curva rápida de púas amarradas a la voz.

El Metalcore tiene como característica ser muy técnico, “I cant be the only one”, guitarras muy técnicas, con definición y fuerza, estás se toman el despliegue de la canción, mucho movimiento, que desencadenan en un solo con riffs impresionantes muy bien trabajados. Podemos llegar al final de este disco con una sonrisa y el cuello un tanto destruido, en “Bite the hands that feeds” el Aggro se apodera de los acordes, las raíces Thrash se escuchan en la ejecución de la batería y bajo de Mike D’Antonio, locura sin comparación, es fácil imaginar un mosh en medio de este cúmulo de sonido, una energía traumatizante con guturales demonizados.

Sin duda uno de los mejores discos del 2019, Treinta y nueve minutos componen esta masacre musical, llena de cambios rítmicos, doble pedal, armonizaciones e invitados de lujo, el Metalcore renace en gloria y majestad.

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