COLUMNA | Animals: Política y protesta 

Animals, es el mítico disco político de Pink Floyd lanzado el 23 de enero de 1977. Este fue la plataforma donde Roger Waters volvió a expresar sus inquietudes políticas y sociales, dentro de las cuales estuvo presente la criticar al capitalismo y al sistema establecido. Todo esto ocurrió en una época de crisis para el Reino Unido; altos índices de desempleo, numerosas huelgas y tensiones sociales.

La banda entró en el estudio en abril de 1976 con casi la mitad del material, dos temas que se habían quedado fuera de las sesiones del ‘Wish You Were Here’ y que ya habían sido tocados en directo. Las canciones “Raving and Drooling” y “You’ve Got to be Crazy”, fueron reconstruidos para convertirse en “Sheep” y “Dogs”. Dicho sea de paso, Waters aprovechó las distracciones del resto de la banda (Gilmour siendo padre y Wright envuelto en un divorcio) para tomar las riendas creativas, con la excepción de una parte de “Dogs”. El bajista utilizó como referencia la novela de George Orwell, ‘Rebelión en la Granja’ (1945). La novela era una crítica del régimen estalinista en la Unión Soviética, pero Waters se explayó a gusto en contra del sistema sociopolítico occidental capitalista, usando a los tres animales. Los perros, los cerdos y las ovejas serían los representantes de las tres clases sociales prominentes.  Los cerdos (líderes moralistas y autoritarios, pero estúpidos a fin de cuentas), perros (fieros y capaces de hacer cualquier cosa por conseguir sus objetivos) y ovejas (seres conformistas y carentes de ambiciones, que se dejan dominar por cerdos y perros).

Dentro de “Pigs”, Waters define tres tipos; el primero define las corporaciones (definidoras de éxito). El segundo tipo es un ser amargado que Waters dice representar a Margaret Thatcher (primer ministra de Inglaterra para esos años), quien con sus puntos de vista conservadores atentas contra las políticas más sociales de crecimiento colectivo. El tercero y al único que se le hace una alusión directa es Mary Whitehouse, líder de la Asociación Nacional de Espectadores y Escuchas, quien era una dirigente pro censura.   

Un cerdo volando

La carátula final es una idea del músico, a quien se le ocurrió   poner un cerdo sobre la estación eléctrica de Battersea simbolizando la codicia. Thorgestorm sugirió hacer un montaje fotográfico, sin embargo, el creador la rechazó porque no quería que fuese artificial, él deseaba hacerlo de verdad. Por tal motivo se diseñó un gigantesco cerdo que sería inflado y colocado sobre la estación.

Esta es considerada como una de las 100 mejores portadas de la industria discográfica, en ella se muestra la estación eléctrica de Battersea como un símbolo de obsesión de la humanidad por el trabajo constante y las metas banales, rodeada por vías de trenes industriales, basura y carbón, teniendo un aspecto oscuro muy «Orwelliano» que evoca un sentido de poder.

La música política 

Musicalmente hablando este álbum es uno de los más progresivo, por sus varias secciones que alternan entre lo místico y lo visceral. Contiene algunos de los mejores riffs de Gilmour y el duelo vocal de Waters-Gilmour representa la inminente fricción entre los dos músicos. Por otra parte, los adalides morales proyectan su disposición hacia los cambios que llegan con los nuevos tiempos, precisamente para ocultar su propio miedo ante ellos. 

Curiosamente, el único tono discordante con la agresividad y crudeza del disco viene con las dos partes del tema “Pigs on the Wing”, con el que se abre y se cierra el disco. En este, Waters se inspiró en su entonces esposa Carolyne Christie, una de las muy pocas personas que podían no solamente penetrar en su cerrado y oscuro universo. El tema sirve como un faro de esperanza y ternura ante tanto cinismo y oscuridad, señalando al amor como el refugio del hombre moderno ante la inhumana sociedad. 

Luego, en “Dogs”, los canes representan a la gente despiadada, sobre todo en el ámbito de los negocios, quienes hacen todo lo que está dentro de sus posibilidades lícitas e ilícitas para alcanzar el éxito. Son los depredadores de la época moderna, quienes han transformado la sociedad para que  en ella rija la ley del más fuerte y la desconfianza en nombre del poderoso dinero. Sin embargo, toda esa lucha encarnizada para obtener el éxito materialista no llevará a ninguna parte, ya que algunos de ellos serán devorados por otros perros más fieros. 

Sheep” es el proletariado, la gente trabajadora que vive en un mundo creado por los cerdos. Ellos se ocultan a través de la manipulación y las distracciones mediáticas. El hecho de que todo lo que hacen solo sirve para que sus amos se enriquezcan a su costa, entre tanto que las ovejas solo pueden contar con lo justo para sobrevivir mientras malgastan su vida en los medios de producción. Sin embargo, de vez en cuando, estos animales se sublevan para derribar a sus opresores. Todo es un círculo y los oprimidos llegan a ser los nuevos opresores, paradoja que se acentúa en el disco con la segunda parte del “Pigs on the Wing”, dejándonos con la impresión de que la verdadera revolución yace en el amor, que es la única manera para sobrevivir al yugo capitalista. 

Reflexión

Finalmente el disco puede ser una alusión del pasado, pero  ahora abarca lo que sucede, y es terrible porque no estamos cambiando las cosas. El poder y el dinero siguen haciendo de las suyas  aunque las personas manifiesten su descontento en contra de los abusos y desigualdades, debido a esto me surge una pregunta ¿Dónde están los cambios? 

Es increíble que con un disco se pueda seguir manifestando las molestias en la actualidad y esto lo hace ser catalogado como un verdadero clásico,

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