El concierto convocado para el 27 de septiembre en el Club Rock y Guitarras, organizado por Chargola pro, cuenta con una parrilla de cinco buenas bandas con diversidad de estilos y público para todos los gustos.
La jornada la abren los chilenos de Black Messiah y su dark doom metal, esta banda debuta en los escenarios en esta gran presentación, que fue corta, pero con lo justo y necesario para dejarnos invitados a escuchar más de su material.
Le siguen, también los nacionales de Hëiligen, banda de heavy metal, con claras influencias de Iron Maiden y un sonido clásico que te recuerda “la vieja escuela”. La banda, con una sólida presentación, nos anuncia que pronto estará disponible su LP el cual llevará por nombre “Shadows In The Church”.

Ya comenzaban a formarse los ambientes en el Club Rock y Guitarras, cuando los argentinos Avernal con su sonido death and roll y sus letras brutales se hacen presentes. Veinte años de trayectoria y 7 álbumes de estudio, quedaron demostrados en el escenario, con un set list demoledor y realmente grato y digno de haber presenciado.
Por temas de tiempo, según explicaron ellos mismos en el escenario, una de sus canciones más destacadas, “Revelación”, quedó fuera del repertorio. Pero aún así calientan los ánimos de los presentes y dan paso a lo que viene.

Llegaba el momento de presenciar a uno de los dos números principales de la noche.
La banda sueca Wolfbrigade (ex Wolfpack), llega con toda la potencia, adrenalina y caos hardcore – punk. Desde el primer tema “March of the Wolves” se desató el descontrol en el público, los gritos, los saltos y el mosh que continuaron incesantes hicieron de Wolfbrigade el punto álgido de la noche con una extensa y hermosa presentación. No hubo puntos bajos, es más, repasaron prácticamente toda su carrera en un Set List realmente demoledor.

La jornada la iba a cerrar la banda estadounidense Coven, quienes se presentan por primera vez en Chile con su rock psicodélico, mística ocultista y una puesta en escena completa con ataúd, máscaras y calavera.
Una hermosa presentación, casi perfecta, si no hubiera sido por una falla técnica justo cuando comenzaba uno de los favoritos de la noche “Wicked Woman”, pese a ello, no fue impedimento para que la banda siguiese con su excelente presentación.

Hay que destacar la cercanía de la banda, en especial de la vocalista Jinx Dawson, con el público, hacen del concierto una velada más íntima y personal para los presentes.
Si bien se nota el paso del tiempo en la voz de nuestra querida Jinx, su puesta en escena y energía sigue siendo la misma que conocimos en los ’70.
En definitiva una larga jornada para todos los gustos y edades que, a pesar de los problemas técnicos, se disfrutó al máximo y se agradece haberla vivido.
Agradecimientos a Chargola Pro por la invitación.
Review por: Camí San Martín
Instagram: @conejocolorin
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