Ok, es algo sumamente complicado para mí explicar, detalladamente, el increíble show que vivimos anoche en el Teatro Caupolicán junto a estas bandas icónicas del género Grunge.
Partiré mencionando, que hace años no se vivía en Chile una noche llena del particular estilo noventero antes y durante un espectáculo; camisas a cuadros y pantalones rasgados, colores sobrios y parchados, un público ameno, dispuesto a pasarlo bien y, por sobre todo, con una energía rockera densa y potente. No es para menos, si consideramos que la última vez que Bush pisó tierras chilenas fue hace casi 22 años, hoy, esos adolescentes, ya son adultos y por eso el deseo por verlos, especialmente, de sus fans era evidente. Por último, hablar del fandom de STP es tocar el tema polémico, Jeff Gutt. Durante toda la espera del comienzo del show, las expectativas por ver en vivo al nuevo vocalista de STP no eran un secreto, las opiniones, críticas y demás, se escuchaban entre los asistentes.
El primer Riff, que marcó el inicio estuvo a cargo de los locales Randy Watson. Fueron recibidos, por una respetable cantidad de oyentes alegres y dispuestos a escucharlos, con temas acordes al género Grunge como «Frente a frente» y «Adicción» dejaron una buena huella en los oídos de los presentes.

Los siguientes fueron, los ya conocidos por este tipo de encuentros, Temple Agents, quienes con su experiencia sobre el escenario demostraron todo su talento, por eso nos entregaron un show esplendido, a pesar, del endemoniado acople que los persiguió cada cierto tiempo, sin embargo, los chicos supieron desviar la atención del público con un sonido potente, tocando temas como «Red Demons» y «Find The Place», cargados de un sonido noventero y un vocalista seguro de sí mismo, el público no dudo en entregarles todo su incondicional apoyo, durante todo el show.

Cuando llegó el receso ,para el esperado show de Bush, salgo un momento a beber y despejarme, no fueron más de 5 minutos y al volver me encuentro con que el teatro estaba repleto, hacía lo posible por encontrar un buen lugar , en eso se oyen los gritos de los fans, no es para menos, Robin Goodridge asoma su silueta sobre la batería, lo sigue Chris Traynor (Guitarra), Corey Britz (Bajo) y por último, la estrella de la noche, Gavin Rossdale. «Machine Head» fue el trueno que encendió el furor del público presente, sonaban increíbles por lo que se auguraba un buen espectáculo. Con un repertorio musical potente; repasando sus años adorados con “The Sound of Winter”, «This is war» y «The people that we love» rompieron las casi dos décadas sin enfrentarse a su público chileno. Su show espectacular, estuvo marcado por una gran puesta en escena y sencillez única que solo Rossdale, pudo entregarnos esa noche.

Todo iba bien, sonaba el esperado “Greedy Fly” cuando de pronto, una persona del publico comenzó a insultar al Frontman de Bush. Gavin terminó de forma loable el tema, pero no pudo abstraerse de la situación y fue al lado izquierdo de la galería a increpar al sujeto; “No entiendo que hace aquí”, “Si no quieres estar acá… vete al bar”, fueron algunas de las palabras que le dijo mientras el teatro completo cantaba el ya clásico “Hueon, hueon”, como resultado el increpado y su acompañante se retiraron del show , pero sin antes recibir una lluvia de golpes por parte de la fanaticada.
Dejando a un lado el incidente, la banda nos hizo olvidar rápidamente el mal momento con «Let Yourself Go» y el clásico de clásicos, «Swallowed». Cuando ya pensé que todo no podía ir mejor, nos entregaron un «Little Things» acompañado con el mejor regalo para sus fans, ya que, Rossdale salió del escenario, recorriendo la platea llevándose agarrones y arañazos, dejando al público fascinado. Finalizando, Bush nos envuelve con un poderoso tributo a The Beatles y el ya conocidísimo «Come Together» nos deleitaron con «Glycerine» y nos regalaron el último suspiro con la increíble «Comedown«, abrazando a su público, demostrando y mencionando, durante todo el show lo emocionado que estaba al ver que tanta gente en chile aún aman su música y prometiendo volver dentro de poco ,nuevamente a nuestro país.

Llego el turno del motivo por el cual estuve nervioso todo el día; Stone Temple Pilots, una banda que, para los amantes del Grunge, debe estar sí o sí dentro de nuestro reproductor musical. Sus clásicos ya nos tenían a todos extasiados y pensando con qué tema abrirían, pero lo más importante y lo que todos nos preguntábamos era si Jeff Gutt lograría cerrar bocas esta noche. Desde el comienzo , apostaron todo con «Wicked Garden» y no pararon, clásico tras clásico, hit tras hit, como una metralleta nostálgica cargada de Rock apuntándonos directamente; nosotros yacíamos en el suelo, coreando cada tema que tocaban; «Crackerman» , «Vasoline«, «Silvergun Superman» y por supuesto «Big Bang Baby» nos acribillaban sin tiempo de análisis cuando de pronto recordé que debo escribir una review del show y decidí por unos minutos observar a Jeff.

Debo reconocer que su parecido al difunto Weiland era demasiado, yo personalmente entiendo las críticas, Gutt es un reemplazo obvio y chocante para los fans, es cosa de ver como imita al dedillo a Scott, los bailes, la forma de moverse, de tomar el micrófono en ciertos temas y su voz me hacen comprender por qué hay tanta crítica sobre la decisión que tomaron los hermano DeLeo de elegir a Jeff Gutt, pero personalmente y al no considerarme un fan acérrimo de ninguna banda, siento que es una sabia decisión; el público al fin y al cabo quiere sentir en sus carnes a STP como siempre lo fue, sabemos que Scott Weiland no volverá por lo que Jeff me parece, objetivamente, un excelente reemplazo para mantener viva a esta banda tan icónica del Grunge.

Luego de llegar a esa conclusión, decidí que ya era tiempo de volver a disfrutar del espectáculo (que por lo demás fue magnifico) y al centrarme en la música, caí en la profundidad de temas como «Big Empty«, «Creep» y rematar con «Plush» (personalmente mi tema preferido), no podía dejar de cantar, estaba cansado pero STP seguían disparando; «Meadow«, «Interstate Love Song» volvieron a reanimar la nostalgia, pero ya no podía quedarme quieto, decidí acercarme donde están los guerreros en cancha, algo me decía que después de temas tan tranquilos esto iba a terminar con movimiento y así fue, «Trippin» On a Hole in a Papper Heart» «Dead & Bloated» y por último, la cereza que ocasiono que después de años sin moshear y decidiera hacerlo, comprara suelo en el Caupolicán; «Sex Type Thing«.

Sin duda una noche esplendida, un show perfecto, grandes teloneros, un Bush que dará que hablar estos días y sobre todo, STP volviendo a surgir. Espero volver a verlos y sentir el aire noventero, esa energía nostálgica con que nos llena este género musical tan rebelde y perfecto para algunos.
Review por: Mario Roa Vergara
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