Para quienes disfrutamos del heavy metal en español, estos últimos años han sido inolvidables gracias a la gran cantidad de bandas ibéricas que han pisado escenarios en Chile, consolidando una fanaticada fiel y apasionada por esta vertiente del rock y el metal.
El año pasado gozamos de uno de los máximos exponentes del género, WarCry, con su enorme trayectoria y seguidores inquebrantables. Años atrás, también fuimos testigos del poder de Saurom, y este 2024 marcó el debut de Celtian en nuestro país. Con este antecedente, el show de Tierra Santa no podía ser la excepción, y el SOLD OUT reafirmó lo evidente: Chile es la capital latinoamericana del metal hispano.
Una noche épica en Sala Metrónomo
Nos trasladamos a la Sala Metrónomo, un recinto con todas las características para ofrecer una experiencia única. Neogenesis, banda oriunda de Valparaíso, se encargó de abrir la jornada con su power metal refinado y lleno de energía. Su show fue más que un simple concierto; se convirtió en una experiencia vibrante que contagió incluso a quienes no los conocían. Con una ejecución impecable y una fanaticada que coreaba sus canciones, dejaron en claro por qué han ido ganando notoriedad, tras haber abierto para WarCry el año pasado. Su ascenso es innegable, y seguramente seguirán dando que hablar en la escena nacional.

Tierra Santa: Un viaje a través del tiempo y la historia
Con la mesa servida, la sala completamente llena y la expectación en su punto más alto, las luces se apagaron y la multitud estalló en júbilo. Era el inicio de un viaje épico que nos transportaría a través de historias que han trascendido siglos.
Liderados por Ángel San Juan, los primeros riffs resonaron en Metrónomo con «Un Viaje Épico«, el single de su más reciente álbum. El público santiaguino, fanáticos de regiones e incluso extranjeros se unieron en una sola voz, disfrutando de una de las bandas legendarias del metal en español.

La velada continuó con «Rumbo a las estrellas«, del álbum Apocalipsis, y desde ese momento, no hubo respiro. Uno tras otro, los himnos fueron cayendo con una intensidad arrolladora. Aunque la interacción verbal con el público fue mínima, la conexión se sintió en cada nota. Tierra Santa ofrecía un show poderoso, directo y sin interrupciones innecesarias, demostrando por qué siguen siendo una referencia indiscutida del género.
Los clásicos se sucedían sin tregua: «Indomable«, «La sombra de la bestia«, «Pegaso» y «Tierras de leyenda» desataron la euforia. No había pausas ni intermedios; todos queríamos liberar a nuestra bestia interior y dejarnos llevar por este viaje épico que los riojanos nos ofrecían.

A medida que avanzaba el show, el calor en la sala se hacía más intenso y los mosh pits más frenéticos. La emoción era palpable, pues muchos en la audiencia crecieron con Tierra Santa y encontraron en ellos su puerta de entrada al metal español.
La recta final se acercaba con joyas como «Drácula«, «Sangre de Reyes» y «La leyenda del holandés errante«, hasta que llegó el esperado momento de «Alas de Fuego«. El público explotó de emoción, alcanzando uno de los puntos más altos de la noche. Fue en este instante cuando Ángel San Juan pronunció unas palabras que quedarían grabadas en la memoria de todos: «Ustedes no vinieron al concierto… ¡ustedes SON el concierto!»
Con esta declaración, la devoción del público se intensificó aún más. Luego llegó «La Momia«, otro himno coreado a todo pulmón, demostrando que las letras de Tierra Santa, cargadas de historia y misticismo, siguen resonando con fuerza en el corazón de sus seguidores.
Un cierre legendario
Después de 1 hora y 40 minutos de puro metal español, el final llegó con una de las canciones más icónicas de la banda: «La canción del pirata«, interpretada en sus dos partes. Un cierre perfecto para una noche inolvidable, un viaje épico que quedará en la memoria de todos los asistentes.

Esperamos que Tierra Santa regrese pronto, ya sea con un nuevo trabajo bajo el brazo o con otro show de esta magnitud. Como siempre, agradecemos a JuglarPro Entertainment por la invitación y la impecable producción del evento.
¡Hasta la próxima, Tierra Santa!
Por: Mauricio Salas Carrillo
Fotos: Mariano Beuses