Han pasado ya casi dos semanas desde el día en que la mítica ciudad de Rancagua se ganó nuevamente el mérito de contar con un show de clase mundial, al convertirse en el último de los 3 escenarios en Chile elegidos por Michale Graves para evocar lo mejor de su legado en la legendaria banda Misfits en el marco de su tour “American Monster”, el cual terminaría abrupta y misteriosamente en Brasil luego de que se rehusara a realizar las dos últimas presentaciones agendadas por las razones que puedes conocer aquí.
El concierto de graves se realizó en un atestado Golden Rock Bar, uno de los venues más reconocidos de la región, en cuyo escenario ya se han presentado varias leyendas del Rock y del Metal; entre los cuales se cuenta a Blaze Bayley, Tim Ripper Owens, Aura Noir, Hirax y Animal, entre muchos otros.
Cumpliendo (y superando) todas las expectativas, Michale Graves demostró por qué su legado sigue tan vigente; en poco más de 2 horas hizo gala excelsa de su demoniaca solidez vocal, su malévola energía de ultratumba y su zombificada carisma, tirando a la parrilla todas las canciones pertenecientes a sus dos primeros trabajos con la era Misfits en una aplastante seguidilla de erizantes y memorables himnos, los cuales fueron coreados incansablemente por la totalidad de la sala.
Durante todo el show Graves se mostró muy pendiente y empático con lo que ocurría a sus pies. mostrándose siempre dispuesto a chocar puños y palmas con los fans más fervientes que intentaban constantemente alcanzarlo y asegurándose de bajar las revoluciones de la audiencia cada vez que el Mosh se salía de control, pidiendo resguardar la seguridad de las mujeres que se encontraban en primera fila.