El 28 de septiembre de 2018 se editó el séptimo álbum de estudio de la banda de death metal técnico Revocation. Disco que marcó el retorno de los norteamericanos al estudio luego de 2 años de ausencia.
Por Alonso Benavente
The Outer Ones es un trabajo que trae consigo la clásica fuerza y brutalidad a la que Revocation ya nos tiene acostumbrados, esto se refleja en elementos que van desde la perfecta mezcla de diversas influencias provenientes de las variadas ramas del metal extremo hasta la potente imagen que se ve expone como portada.
La violencia que se nos presenta en el presente álbum es uno de sus aspectos más destacables debido a que la banda logra plasmar de manera muy precisa influencias que van desde el brutal death metal hasta algunos aspectos propios de estilos como el black metal e incluso el jazz.
También hay que mencionar que en los pequeños extractos y puentes melódicos del disco se puede apreciar la amplia visión musical de los estadounidenses.
Cuando degustamos este trabajo por primera vez, nos damos cuenta de que la esencia de Revocation sigue totalmente intacta desde sus inicios, no sólo gracias a sus feroces riffs y avasalladoras baterías sino que también a sus oscuras y características líricas.
Liderados por el carismático David Davidson los músicos entregan en The Outer Ones una especie de poesía de lo grotesco y de lo abstracto, elementos claramente influenciados por lo que en su momento hicieron bandas como Cannibal Corpse o Carcass.
Una técnica indiscutible
Quizás alejándose un poco de temáticas vinculadas a la religión y la política, en este séptimo álbum la banda nos presenta una oda poética a lo repulsivo, a todo aquello que muchas veces la música no suele entregar. ¿Cómo? A través de una calidad técnica indiscutible y una fusión de colosales y pesados sonidos.
La batería es un aspecto que resalta de gran manera gracias a su increíble velocidad y a la enorme capacidad del baterista Ash Pearson de entender a la perfección cómo el doble bombo y la potencia de los cambios en la velocidad van generando un aura de caos y apocalipsis musical que deja entrever una clara influencia del jazz.
Sin dudas son las guitarras las que dan a este trabajo su esencia de oscuridad y decadencia, son ellas las que entregan la capacidad de ir construyendo un submundo que se forma desde nuestras sensaciones más banales y los más bajos instintos. Todo ello gracias la perfecta dupla que hacen Dan Gargiulo y Davidson en las guitarras.
Si bien no debe juzgarse un libro por su portada, en el caso de un disco tampoco debiera de ser así, sin embargo, el arte que Tom Strom desarrolló para el presente trabajo es uno de sus elementos más característicos.
Es gracias a aquella primera impresión que nos genera la carátula que como oyentes podemos comenzar a generar una idea de lo que The Outer Ones busca entregarnos.
Por debajo del estruendo y la ferocidad que se aprecia en las canciones existe un ingrediente clave en la formación del sonido del disco: el bajo.
Desde el 2012 hasta la fecha Brett Bamberger es el encargado de ejecutar dicho instrumento en la banda, siendo parte fundamental en el sonido del presente trabajo.
Es por medio de los bajos que todo el caos y la brutalidad del disco poseen un hilo conductor, el cual guía al escucha a través de los diversos paisajes musicales que se presentan a lo largo del álbum.
Reafirmando un legado
The Outer Ones es sin dudas uno de los discos más extremos que se nos han presentado este 2018, gracias a músicos de excelente nivel y a una técnica y brutalidad que pocas bandas pueden entregar con tanta originalidad y pasión.
Este larga duración no viene más que a reafirmar la calidad musical que Revocation ha entregado desde sus inicios, nos trae toda esa aura de repulsión y abstracción que los seguidores del death metal tanto disfrutan degustar.
Es un álbum que a través de una grotesca violencia nos pasea a través de un mundo que pareciera ser sacado de los sueños más recónditos, en donde la banalidad y la falta de luz y esperanza parecen ser las características propias del día a día.
Nos hace viajar por entre los más repugnantes paisajes para de vez en cuando dejarnos caer en suaves melodías que se funden por debajo de bestiales cambios de sonido, los que no dan respiro y continúan emanando apocalípticas armonías.
Revocation presentó este 2018 un sonido más que salvaje, de feroces piezas musicales y una velocidad y técnica de primer nivel, nos trajo decadencia, repulsión además de permitirnos saciar la sed de nuestros más bajos instintos. Nos trajo un sonido que viene a reafirmar su legado musical y que pareciera venir desde lo más profundo de nuestras pesadillas.