Dos discos, una mente dividida… y una banda que lo dio todo antes del silencio

En un mundo saturado de fórmulas repetidas y letras vacías, System of a Down decidió hacer lo impensado: partirse en dos para explotar por todos los frentes. Así nacieron «Mezmerize» y «Hypnotize», un álbum doble que no solo remeció la industria musical, sino que dejó una huella imborrable en la historia del rock moderno. Este 30 de abril, esa dualidad incendiaria regresa con fuerza total al Parque Estadio Nacional, donde la banda volverá a encontrarse con su devota fanaticada chilena.

Publicado en mayo de 2005, «Mezmerize» llegó como un huracán emocional y político, con el inconfundible grito de guerra de “B.Y.O.B.” (Bring Your Own Bombs) —una feroz crítica a la guerra y al cinismo que la rodea— ganando un Grammy Award y liderando los rankings en Estados Unidos, Canadá, Australia y otros países. La banda vendió cerca de 800.000 copias en solo una semana, consolidando su lugar entre los grandes del siglo XXI.

 

La voz de Daron Malakian tomó un protagonismo inesperado, compartiendo y desafiando el rugido inconfundible de Serj Tankian, en una suerte de diálogo frenético entre la melancolía, la furia y la ironía. El segundo sencillo, “Question!”, sumergió a los fans en un universo existencial, con un videoclip dirigido nada menos que por el bajista Shavo Odadjian.

Pero el viaje no terminó ahí. En noviembre de 2005, solo seis meses después, la banda lanzó la segunda mitad de su obra maestra: «Hypnotize». Nuevamente alcanzaron el puesto n.º 1 en Estados Unidos, logrando lo que solo leyendas como The Beatles, Guns N’ Roses y DMX habían conseguido: dos álbumes de estudio número uno en un mismo año. El sencillo “Lonely Day”, lanzado en febrero del año siguiente, mostró el lado más íntimo y sombrío del grupo, consolidando el impacto emocional del proyecto.

System of a Down giró intensamente con estas dos placas, acompañado de bandas como The Mars Volta y Bad Acid Trip, pero tras ese torbellino de energía creativa… llegó el silencio. Una pausa indefinida que dejó a sus fans pidiendo más, atesorando cada nota como si fuese la última.

Ahora, casi dos décadas después, el alma dividida de «Mezmerize/Hypnotize» vuelve a unirse en el escenario más importante del país. Chile, tierra que los ha recibido con pasión en cada visita, será testigo nuevamente del caos controlado, la poesía furiosa y el grito colectivo de una banda que se niega a envejecer.

Este 30 de abril, no traigas bombas, pero sí tu voz, tu energía y tus recuerdos.
System of a Down está de regreso… y aún tiene preguntas que hacerte.

 

 

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