A medida que los años 90 avanzaban, W.A.S.P. se adentró en terrenos cada vez más oscuros y experimentales, reafirmando su reputación como una de las bandas más provocadoras del heavy metal. Ahora, en la antesala de su esperado concierto el 2 de mayo en Teatro La Cúpula, vale la pena recordar una etapa clave en su trayectoria: los álbumes «Still Not Black Enough» y «Kill Fuck Die».

En 1995, tras el éxito conceptual de «The Crimson Idol», Blackie Lawless lanzó «Still Not Black Enough», un disco profundamente introspectivo que exploró los rincones más sombríos de la mente humana. Con un sonido que mantenía la emotividad de su antecesor, el álbum incluyó una potente versión de «Somebody to Love» de Jefferson Airplane y presentó diferencias notables entre su edición europea y la norteamericana. A pesar de su tono sombrío, el trabajo reafirmó el talento narrativo de Lawless, consolidando a W.A.S.P. como mucho más que una banda de provocaciones visuales.

El verdadero golpe de efecto llegaría en 1997 con el brutal «Kill Fuck Die», un álbum que sorprendió a sus seguidores más veteranos. Inspirado por la crudeza de la película Apocalypse Now, Lawless y compañía se volcaron hacia el metal industrial, tomando como referencia la escena emergente dominada por artistas como Marilyn Manson. Con la vuelta de Chris Holmes a la guitarra y la incorporación de Mike Duda en el bajo, W.A.S.P. renovó su formación y su sonido, alejándose de las estructuras clásicas del heavy metal tradicional para sumergirse en un torbellino de caos, rabia y electrónica oscura.

Y como no podía ser de otra manera, la provocación también volvió a ser parte central de sus presentaciones en vivo. Durante la gira de «Kill Fuck Die», la banda llevó la controversia a un nivel nunca antes visto: pantallas gigantes proyectaban imágenes explícitas de sexo y violencia, y en el escenario se realizaban impactantes actos simbólicos que escandalizaron a la crítica y entusiasmaron a los fanáticos. Desde la decapitación de un cerdo falso hasta la representación de figuras religiosas en escenas grotescas, W.A.S.P. dejó claro que no habían perdido su capacidad para desafiar los límites.

La gira culminó con el lanzamiento de «Double Live Assassins», un álbum en vivo que capturó toda la energía salvaje y sin censura de esta etapa explosiva de la banda.

Hoy, con décadas de historia a sus espaldas, W.A.S.P. sigue demostrando por qué son una leyenda viva del metal. El próximo 2 de mayo, el Teatro La Cúpula será testigo de su fuego y su furia en una noche que promete ser inolvidable. ¡Una cita imperdible para todos los verdaderos fanáticos del heavy metal!

 

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