El próximo 13 de junio, el Teatro Cariola recibirá a una figura fundamental del metal y, al mismo tiempo, a un artista que decidió romper con sus propias cadenas sonoras para buscar algo más: Marty Friedman, el guitarrista que pasó de incendiar escenarios con Megadeth a construir un universo musical lleno de matices, colores y exploración cultural.
La historia de Friedman con el metal tiene un capítulo clave: en 1990, tras la disolución de su banda Cacophony, audicionó para unirse a Megadeth, siguiendo el consejo del joven Jeff Loomis. Fue aceptado y su llegada marcó una transformación sonora para la banda. Su debut fue el ahora clásico “Rust in Peace”, un disco que redefinió el thrash metal y que alcanzó la categoría de platino en Estados Unidos. Su forma de tocar, incorporando escalas exóticas y melodías inusuales, trajo frescura a un género que hasta entonces se caracterizaba por la agresividad pura.
Friedman no se detuvo ahí. Participó en álbumes que consolidaron la popularidad global de Megadeth como “Countdown to Extinction” (1992), que vendió más de dos millones de copias, seguido de “Youthanasia”, “Cryptic Writings” y “Risk”. Sin embargo, tras el lanzamiento de este último en 1999, Marty tomó una decisión que sorprendió al mundo: dejó la banda.
¿Por qué alguien dejaría uno de los grupos más influyentes del metal? La respuesta la dio él mismo en el documental Behind the Music: “Estaba usando solo el 2% de mi capacidad. No quería seguir tocando solo el gris del metal. Quería música de todos los colores.”
Ese deseo de expandir su paleta lo llevó a Japón, donde desarrolló una carrera solista única, fusionando el metal con géneros como el J-pop, el jazz, el rock progresivo y la música tradicional oriental. En paralelo, se convirtió en un rostro habitual de la televisión japonesa, consolidando su estatus como un artista completo, multifacético y culturalmente inquieto.
Hoy, Marty Friedman no solo representa el virtuosismo técnico, sino también la valentía de cambiar de rumbo cuando el alma artística lo exige. Su presentación en Santiago será una oportunidad irrepetible para ver a un músico que no se conformó con ser leyenda: eligió ser libre.
No te pierdas su show este 13 de junio en el Teatro Cariola. Prepárate para una noche donde el metal se encuentra con todos los colores del mundo.
