Hablar de The Cult es hablar de una banda que ha sabido resistir el paso del tiempo sin perder su esencia. A lo largo de su trayectoria, han transitado por diversas influencias, desde el post-punk y la new wave hasta el hard rock y el heavy metal. Sin embargo, si hay un disco que marcó un antes y un después en su carrera, ese es «Electric»(1987). Este tercer álbum de estudio fue una ruptura radical con su sonido anterior y una declaración de intenciones: el rock n’ roll puro y duro, sin adornos innecesarios ni etiquetas restrictivas.

El Contexto de «Electric» y la Transformación de The Cult

Antes de «Electric», The Cult venía de lanzar «Love» (1985), un disco con una fuerte influencia neopsicodélica y una estética más oscura, que los había posicionado como una banda interesante dentro del panorama post-punk y gothic rock de la época. Sin embargo, Ian Astbury y Billy Duffy no querían quedarse estancados en una sola categoría. Inspirados por el sonido crudo y directo del hard rock setentero, decidieron dar un giro drástico a su música.

Inicialmente, el material que habían compuesto para su siguiente disco se llamaba «Peace» y mantenía cierta continuidad con el sonido de «Love», pero al no estar satisfechos con el resultado, buscaron un nuevo enfoque. Fue entonces cuando entró en escena Rick Rubin, productor que ya se había hecho un nombre por su trabajo con Slayer y Run-D.M.C. Rubin les propuso despojarse de los efectos y capas de sonido innecesarias y optar por una producción más cruda y minimalista. Así nació «Electric», un álbum que reinventó a The Cult y los llevó a un nivel de popularidad que no habían alcanzado hasta ese momento.

Especial: Electric de The Cult "Auténtico culto a la vieja escuela"

Sonido y Producción: La Influencia de Rick Rubin

Si algo caracteriza a «Electric» es su sonido directo y sin concesiones. Desde el primer riff de «Wild Flower» queda claro que The Cult ha dejado atrás cualquier rastro de su pasado gótico para abrazar un estilo que recuerda a los mejores momentos de AC/DC, Aerosmith y Led Zeppelin. Billy Duffy, guiado por las indicaciones de Rubin, abandona los efectos de guitarra y se centra en riffs contundentes, llenos de actitud y fuerza.

La batería de Les Warner y el bajo de Jamie Stewart proporcionan una base rítmica potente y precisa, lo que permite que la guitarra y la voz de Astbury brillen con todo su esplendor. Este último, además, adopta una actitud más agresiva en su interpretación vocal, canalizando la esencia del rock de los 70 con una entrega apasionada y enérgica.

Rubin también fue clave en la selección del repertorio y en la estructuración del disco. Canciones como «Lil’ Devil» y «Love Removal Machine» fueron elegidas como sencillos, con videos que mostraban a una banda completamente renovada, con una imagen que se alejaba del misticismo de «Love» para adoptar una estética más cercana al hard rock clásico, con chaquetas de cuero y actitud desafiante.

The advice Rick Rubin gave Billy Duffy and The Cult

Las Canciones de «Electric»: Un Viaje de Rock Puro

El álbum abre con «Wild Flower», un tema que destila actitud rockera desde el primer segundo. Su riff, influenciado directamente por AC/DC, es un golpe de energía que marca el tono para lo que vendrá después. «Peace Dog» mantiene la intensidad, con una estructura simple pero efectiva, donde la voz de Astbury se impone con un tono casi desafiante.

«Lil’ Devil», con su ritmo pegajoso y su coro infeccioso, es otro de los puntos altos del disco. La influencia de Aerosmith se hace evidente en su groove y en la forma en que la banda deja respirar cada nota. «Aphrodisiac Jacket» y «Electric Ocean» continúan la dinámica de riffs incendiarios y estribillos memorables, sin perder un ápice de energía.

Uno de los momentos más explosivos del disco es «Bad Fun», donde la velocidad y el peso de las guitarras alcanzan su punto álgido. Es un tema que bien podría haberse colado en el repertorio de Judas Priest o Motörhead sin desentonar. «King Contrary Man» sigue en la misma línea, con un riff que invita a hacer ‘air guitar’ de inmediato.

El clímax del disco llega con «Love Removal Machine», quizá el tema más icónico de The Cult. Su riff, simple pero efectivo, se graba en la memoria desde la primera escucha. La base rítmica es hipnótica y la interpretación de Astbury es pura pasión y actitud.

Para cerrar, la banda incluye una versión del clásico «Born To Be Wild» de Steppenwolf, una elección que encaja perfectamente con la estética del álbum. «Outlaw» y «Memphis Hip Shake» ponen el broche de oro con su groove pegajoso y su vibra de rock callejero.

El Legado de «Electric»: Un Disco Fundamental

Treinta y siete años después de su lanzamiento, «Electric» sigue siendo un referente ineludible del hard rock de los 80. Su impacto fue inmediato en su época, ayudando a The Cult a consolidarse en el mercado estadounidense y abriendo las puertas para su siguiente álbum, «Sonic Temple» (1989), que los catapultaría definitivamente al estrellato.

Lo que hace especial a «Electric» es su honestidad. No es un disco sobreproducido ni busca encajar en una tendencia específica. Es simplemente rock n’ roll en su estado más puro, interpretado por una banda que no temía reinventarse y apostar por una nueva dirección.

Hoy, cuando el rock parece cada vez más fragmentado y domesticado, discos como «Electric» nos recuerdan por qué este género sigue siendo una de las fuerzas más poderosas de la música popular. The Cult demostró que el verdadero rock n’ roll no necesita de artificios, solo actitud, pasión y riffs inolvidables. Y en eso, «Electric» es un maestro indiscutido.

The Cult en Chile | 9 de Marzo 2025 | Teatro Caupolicán | Entradas por Punto

The Cult nos visitará el próximo Domingo 09 de Marzo en Teatro Caupolicán. Las entradas se encuentran disponibles por Puntoticket.

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