Reseña: Kevin Fuentealba Mol

Fotos: Mariano Beuses


Dream Theater regresó a Chile para ofrecer la primera de dos jornadas en el Movistar Arena. En un espectáculo especial que celebra cuatro décadas de trayectoria, la banda exhibió su impresionante discografía con el regreso de Mike Portnoy, quien brindó una lección magistral de técnica y virtuosismo durante las tres horas que duró el show.

Acto 1: El regreso triunfal de Mike Portnoy

El espectáculo comenzó con un imponente telón que dio la bienvenida al público en el Movistar Arena. La imagen promocional de la gira, rica en detalles y referencias a los álbumes de la banda, resumía los 40 años de historia de Dream Theater. La noche arrancó con “Metropolis Pt. 1: The Miracle and the Sleeper”, una de las canciones más representativas de su segundo álbum, “Images and Words”, y el primero en incluir a James LaBrie como vocalista. Al caer el telón, la aparición de la banda desató una euforia inmediata, transformando la tranquilidad en una oleada de gritos, empujones y saltos que llenaron la cancha. La energía continuó con “Act I: Scene Two: I. Overture 1928” y “Act I: Scene Two: II. Strange Déjà Vu” de “Metropolis Pt. 2: Scenes from a Memory”, creando una secuencia vertiginosa que marcó un comienzo inolvidable.

“Santiago es un lugar hermoso”, expresó LaBrie al público, arrancando aplausos y gritos. Acto seguido, presentó a “mi hermano de otra madre”, Mike Portnoy, quien fue recibido con una ovación impresionante. El setlist avanzó con “The Mirror”, único tema del álbum “Awake”, que se conectó de manera magistral con la poderosa introducción de “Panic Attack”. Este tema, caótico y contundente, destacó como uno de los momentos más intensos del show, mostrando el virtuosismo de cada integrante y recordando por qué es una de las canciones más desafiantes de Rock Band 2.

Fotos de Mariano Beuses | Rock a la Vena

La banda aprovechó para rememorar su primera visita a Chile y el recorrido que los llevó hasta su último concierto en la Quinta Vergara en 2022. Con una brillante introducción de guitarra de John Petrucci, presentaron “Barstool Warrior” del álbum “Distance Over Time”, el primer tema del setlist asociado a la etapa con Mike Mangini, pero ejecutado impecablemente por Portnoy, quien aportó su estilo característico. El acto siguió con “Hollow Years”, una pieza emblemática que destacó como uno de los momentos más emotivos de esta primera parte. Sin pausa, “Constant Motion” encendió nuevamente la energía con un caótico despliegue que acercó al público aún más al escenario. El primer acto cerró con “As I Am” de “Train of Thought”, tema que, además de ser una de las favoritas personales del público, marcó el final perfecto para esta primera parte llena de intensidad y emoción.

Con una duración de 75 minutos, el primer acto fue una explosión de energía y técnica, conectando el virtuosismo de la banda con la efervescencia del público. Los éxitos seleccionados fueron el motor de un setlist memorable que dejó a todos con ganas de más.

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Acto 2: El lado más íntimo de Dream Theater

Tras un receso de 20 minutos, el segundo acto comenzó con un video que resumía la evolución musical de Dream Theater a través de todos sus álbumes, culminando con la revelación de la portada de “Parasomnia”, el nuevo disco que será lanzado en 2025. Este emocionante adelanto marcó el inicio de una nueva era para la banda, simbolizada en la interpretación de “Night Terror”, una canción que será parte de este próximo trabajo y que dejó a los asistentes llenos de expectativas.

El regreso al pasado no se hizo esperar con “Under a Glass Moon”, que transportó al público a la época clásica de la banda mediante una ejecución magistral. Este acto se destacó por su tono más introspectivo, con baladas como “This Is the Life” de “A Dramatic Turn of Events”, que fue uno de los momentos más conmovedores de la noche. A esta le siguieron “Vacant” y “Stream of Consciousness”, ambas piezas de “Train of Thought”, que alternaron entre momentos de calma y explosiones de color y energía.

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Este momento sirvió para apreciar como cada integrante brilló en este acto. John Petrucci, concentrado y preciso, impresionó con sus solos virtuosos; Jordan Rudess deslumbró con su teclado giratorio, mostrando una destreza única; John Myung, en su discreto papel, sostuvo impecablemente la base de cada canción con su talento hipnótico; y LaBrie, a pesar de las críticas que ha enfrentado en los últimos años, demostró que aún está a la altura de sus compañeros. Sin embargo, la noche perteneció a Mike Portnoy, cuya energía y dominio de la batería hicieron que el regreso de Dream Theater a su formación clásica se sintiera completo.

El acto culminó con “Octavarium”, una de las composiciones más icónicas de la banda. Su ejecución fue impecable, mostrando los múltiples matices de la agrupación en una pieza que combinó emoción, técnica y complejidad. Fue el final perfecto para un segundo acto que permitió al público disfrutar de la faceta más emotiva de Dream Theater.

El segundo acto reveló el lado más emotivo de la banda, con momentos de calma y belleza que, por instantes, daban paso a estallidos de agresividad, creando un contraste fascinante. Esta sección permitió al público deleitarse y valorar aún más el inmenso talento de Dream Theater, destacando cada detalle de su maestría sobre el escenario.

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Acto Final: El broche de oro para una noche histórica

La transición al acto final estuvo marcada por imágenes de la pelicula El Mago de Oz y la emblemática frase “There’s No Place Like Home”, posiblemente un guiño al regreso de Portnoy. John Petrucci apareció en el escenario para interpretar los primeros acordes de “Act II: Scene Six: Home”, trayendo al público de vuelta al universo de “Metropolis Pt. 2: Scenes from a Memory”. Las voces de los asistentes se hicieron más fuertes que nunca, consolidando el cariño incondicional hacia esta obra maestra.

El clímax llegó con “Act II: Scene Eight: The Spirit Carries On”, un momento glorioso que llenó el Movistar Arena de luces y emoción mientras la multitud cantaba constantemente. Y aunque esta canción pudo haber sido un cierre perfecto, Dream Theater guardó una última sorpresa: “Pull Me Under”. Considerada la canción más importante de la banda, este clásico fue el broche de oro que culminó una jornada inolvidable, con el público saltando y coreando agradeciendo el excelente despliegue de la banda.

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Al finalizar, los miembros de la banda recibieron el cariño del público, incluyendo una bandera chilena y una camiseta en homenaje a las recientes pérdidas personales de Mike Portnoy. Tras una última fotografía grupal, Dream Theater dejó el escenario bajo una lluvia de aplausos y con la satisfacción de haber ofrecido un espectáculo inolvidable.

El concierto fue un homenaje perfecto a los 40 años de trayectoria de Dream Theater, consolidando su estatus como los máximos exponentes del metal progresivo. Cada integrante demostró un talento incomparable, interpretando a la perfección su complejo repertorio. Este evento no solo celebró su pasado glorioso, sino que dejó al público ansioso por el futuro prometedor que les espera con su formación clásica de regreso. Sin duda, uno de los mejores conciertos del año.

Dream Theater Setlist Movistar Arena, Santiago, Chile 2024, 40th Anniversary Tour 2024-2025

 

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