La noche del 07 de abril de 2024 quedará grabada en la memoria de los asistentes que presenciaron el impresionante concierto de Russian Circles en el icónico local Blondie. La banda, conocida por su innovador enfoque del metal instrumental, aterrizó con una fuerza arrolladora, dispuesta a brindar una clase magistral de música.

Con una trayectoria que abarca más de una década y siete álbumes de estudio, Russian Circles se ha consolidado como uno de los referentes indiscutibles del género. Su música, caracterizada por la fusión de elementos del post-rock, el metal y la experimentación sonora, ha cautivado a audiencias de todo el mundo con su intensidad y belleza.
La noticia de su presentación en Blondie generó una gran expectativa entre los seguidores chilenos de la banda, quienes esperaban con ansias poder sumergirse en la experiencia inmersiva que Russian Circles ofrece en sus conciertos. La reputación de sus espectáculos en vivo precede a la banda, con reseñas que destacan la potencia y precisión de sus interpretaciones, así como la conexión emocional que logran establecer con el público a través de su instrumentalidad y la vibra de su música.

El espectáculo comenzó con una previa cargada de densidad y arte, creando una atmósfera electrizante que anticipaba la intensidad de lo que estaba por venir. Russian Circles, fieles a su estilo único, desplegó un arsenal de riffs contundentes, progresiones hipnóticas y texturas sonoras envolventes que transportaron al público a través de un viaje musical inolvidable.
Como acto de apertura, IIII, un cuarteto de post-doom con influencias del hardcore, minimalismo, ambient y noise, fue el encargado de abrir la noche para Russian Circles en su presentación en Chile. Aunque muchos asistentes quizás no estaban familiarizados con esta banda nacional, su actuación dejó en claro que son capaces de llevar su vibra oscura hacia el infierno, sin importar el escenario que les pongan.

Cuando el reloj marcó pasadas las 20:00 horas, IIII tomó el escenario y desató una vorágine de oscuridad. Su estilo directo y sombrío mantuvo al público en vilo durante más de treinta minutos. A pesar de que algunos ya habían escuchado a la banda a través de plataformas digitales, la experiencia en vivo confirmó y superó todas las expectativas.
Con temas como «Élegos», «Nimio», «Sceleratus», «Fauces» y «Judas», IIII reafirmó la calidad de su música y la intensidad de su actuación. Su sonido profundo y denso atrapó al público desde el primer acorde, creando una atmósfera envolvente que preparó el terreno para la banda principal.

La presentación de IIII no solo sirvió como un excelente acto de apertura, sino que también demostró el talento y la fuerza de la escena musical chilena. Su habilidad para fusionar diferentes géneros y crear un sonido único y cautivador dejó una impresión duradera en los asistentes.
El espectáculo comenzó con «Station», un tema que estableció el tono para la noche, sumergiendo al público en la atmósfera característica de Russian Circles. A continuación, «Harper Lewis» y «Conduit» demostraron la habilidad de la banda para crear paisajes sonoros envolventes y cargados de emoción.
La intensidad siguió aumentando con «Afrika» y «Quartered», dos piezas que destacaron por su complejidad rítmica y la precisión en la ejecución. La maestría técnica de los músicos se hizo evidente en cada nota, dejando al público asombrado por su virtuosismo.
La experiencia se vio realzada por un juego de luces perfectamente sincronizado con la música, creando una atmósfera envolvente y transportando a los asistentes a un estado de trance. La comunión entre la banda y el público fue palpable, generando una conexión emocional única que se reflejaba en cada rostro iluminado por la intensidad del espectáculo.

«Betrayal» y «Gnosis» llevaron al público a través de un viaje introspectivo, con melodías hipnóticas y texturas sonoras cautivadoras. La capacidad de Russian Circles para transmitir emociones a través de su música instrumental quedó patente en estos momentos de profundidad y belleza.
A medida que el concierto avanzaba, la banda exploraba diferentes matices y dinámicas, pasando de momentos introspectivos y atmosféricos a explosiones de energía cruda y desenfrenada. Cada transición fue ejecutada con precisión milimétrica, manteniendo al público en vilo y deseoso de más.
El cierre del concierto fue igual de impactante, con «Deficit», «Youngblood» y «Mlàdek» dejando una huella imborrable en los asistentes. La energía en el escenario alcanzó su punto máximo, con la banda entregando todo de sí mismos en un final apoteósico.
La maestría técnica de los músicos se hizo evidente en cada canción ejecutada, demostrando un dominio absoluto de sus instrumentos. La sinergia entre los miembros de la banda fue impecable, creando un sonido cohesivo y poderoso que se apoderó de cada rincón de Blondie. Los asistentes quedaron atrapados en un trance, sumergidos en la complejidad y belleza de las composiciones de Russian Circles.

Sin lugar a duda, este concierto se perfila como uno de los mejores espectáculos del año 2024. La banda ha demostrado una vez más por qué son considerados maestros en su género, entregando una actuación memorable que quedará grabada en los recuerdos de la música en vivo. Aquellos que tuvieron la fortuna de presenciar este espectáculo fueron testigos de una verdadera obra de arte sonora que trascenderá en el tiempo.
Russian Circles es una banda que fusiona de manera magistral la potencia de su música con un impactante despliegue visual en sus shows en vivo, elevando la experiencia a un nivel que es simplemente “cine”. Es trascender los límites de un simple concierto y se convierte en una forma de arte inmersiva y cautivadora.
Agradecer a Atenea por la invitación a este maravilloso evento, junto con las fotografías de Cristian Belano.

