No cabe duda de que esta espectacular velada se hacía desear desde hace muchísimo tiempo por todos aquellos amantes del metal y de la música clásica, ya que, desde mucho antes de que se abrieran las puertas del teatro, había una fila de fieles seguidores esperando con ansias experimentar una noche mágica.
A partir de las 19:00 hrs se abrieron las puertas y los fans ingresaron apresuradamente para poder ubicarse estratégicamente en el mejor lugar posible frente al escenario, todo para poder estar más cerca del artista y mirar cada detalle, movimiento y de paso, poder ser uno de los afortunados en ganar una de las tan codiciadas púas de guitarra.
Luego de unos minutos podíamos ver a Alejandro Silva Power Cuarteto arriba del escenario realizando una prueba de sonido, tocaron aleatoriamente unos sonidos y luego tocaron un tema casi completo, honestamente la prueba de sonido sonaba tan bien y se veía tan organizada que parecía como si su presentación ya hubiese comenzado de manera oficial, incluso al fin de la prueba los asistentes les aplaudían y vitoreaban con mucho entusiasmo.

Aparentemente había un pequeño retraso en el itinerario ya que el primer show comenzó unos 15 minutos después de lo programado, sin embargo el tiempo de espera valió la pena ya que desde el primer minuto en que comenzó a sonar “Rey Satán” la fanaticada quedó encendida completamente. Todos quedaron maravillados con cada riff que salía de sus guitarras, los presentes levantaban sus puños enérgicamente y estaban sumamente atentos a los músicos, comentarios como “esto es brutal” , “se pasaron, son geniales” o “es excelente, un máster” se alcanzaban a escuchar desde aquí y allá entre el público.
Temas como “New Chaos”, “Sexto Mensajero” y “Artemis” nos deleitaron nota a nota a lo largo de esta presentación, había momentos en los que el sonido de las guitarras y el movimiento de las manos al tocar eran tan hipnóticos que los fans se quedaban quietos en silencio simplemente apreciando maravillados esa magia que ocurría sobre el escenario.
En un momento del show, Alejandro se tomó unos minutos para agradecer profundamente todo el apoyo por parte del público, también pidió disculpas por el hecho de haber tenido que hacer su prueba de sonido en frente de todos pero explicó que el equipo de Yngwie realizó una prueba bastante larga de aproximadamente tres horas y por lo tanto ellos se retrasaron, entonces preguntó a todos: “¿Quién vino a ver a Yngwie?”, a lo que algunos levantaron la mano gritando en aprobación para luego preguntar en un tono más alto “¿Quién vino a ver Power Cuarteto?”, entonces todos los presentes gritaron con más fuerza levantando los puños en alto, fué tal la diferencia de los vitoreos que Alejandro volteó hacia un lado del escenario y dijo en modo de chiste “¿Escuchaste eso Yngwie?” y todos rieron.
Por último finalizaron con “Habla Janus” y se despidieron entre un mar de aplausos, fue verdaderamente un deleite presenciar su show, a decir verdad fueron los invitados especiales ideales para esta ocasión.


Después de unos minutos de espera, el escenario se llenó de oscuridad absoluta a excepción de las docenas de luces de la pared de cabezales marshall que se encontraba al fondo, de pronto el lugar se llenó de humo y de la nada comenzaron a sonar riffs de guitarra que parecían venir de todas parte., De pronto, las primeras notas de “Rising Force” aparecieron y todo el mundo enloqueció. Yngwie salió desde el fondo del humo y comenzó con su obra maestra, el público técnicamente se dividió en dos grupos, los que perdieron la cordura y comenzaron a mover la cabeza con los puños en alto gritando a todo pulmón y los que se quedaron totalmente quietos embelesados apreciando lo que parecía una orquesta en una guitarra.

“Like an Angel”, “Now your ships are burned”, “Wolves at the door”, “Paganini’s 4th/adagio” y “Far beyond the sun” sonaron impecablemente, un tema detrás de otro, “ole, ole, ole, Yngwie, Yngwie”. El público estaba encantado, sin duda una obra majestuosa nos brinda Yngwie, y no solo en el sentido músical sino que en el sentido visual el artista también se encargaba de adornar el show girando la guitarra con espectaculares guitar flips, lanzando la guitarra hacia arriba, tocando las cuerdas con la lengua, balanceando la guitarra como si fuese un helicóptero y lanzando patadas con esas botas tan características de él.
“Thank you, thank you, thank you” decía Yngwie repetidas veces de vez en cuando apuntando con el dedo a todos los rincones del teatro.

También fuimos testigos de su gran representación de un fragmento de “Bohemian Rhapsody” y del tema “Smoke on the Water”. Todos levantaban las manos lo más alto posible cada vez que él se acercaba a las orillas del escenario todo para intentar recibir una púa aunque lamentablemente las lanzaba tan repentinamente y tan rápido que la mayoría caía apenas debajo del escenario. Pronto llegamos a un apantallante solo de batería para escuchar “You don’t remember, I’ll never forget”, la noche parecía terminar demasiado rápido, todos estaban hambrientos de más y aunque no lo pareciera ya habían transcurrido una hora y media de puro talento.
Un breve interludio nos preparó para el fin cuando Yngwie volvió al escenario para despedirse de forma majestuosa con “Black Star”, fue un final perfecto para esta velada.
Sin duda aquellos que presenciaron el show de éste viernes quedarán con un increíble recuerdo para el resto de sus vidas y aquellos que vivirán la misma experiencia en la segunda fecha pueden estar seguros de esperar algo que será inolvidable.
Agradecemos profundamente a Atenea por traer a esta gran leyenda una vez más a nuestro país y al Teatro Cariola por ser el encargado de acoger dicho evento, una noche de estrellas.

Nota por Marlé Sánchez
Oct 21, 2022