REVIEW CONCIERTO | Mark Farner en Santiago: Una noche de rock and roll que desafió el tiempo

El rugido del rock and roll resonó en Santiago con la última actuación de Mark Farner y los nacionales de Aguaturbia el pasado 27 de abril en el Teatro Caupolicán; en un espectáculo que trajo el rock de vuelta a sus raíces, en donde ambas presentaciones hicieron que la audiencia se transportara hacia una era dorada de la música.

A eso de las 19:45 horas de la noche, entraron en escena las leyendas vivas del rock psicodelico chileno, Aguaturbia, demostrando una potencia inigualable y una Denise emocionada y agradecida por el recibimiento que el público les regaló.

La presentación de Aguaturbia, fue una experiencia verdaderamente hipnótica que dejó a la audiencia encantada y asombrada. Denise Coralan, con su voz poderosa y envolvente, fue el centro de atención, llevando a los espectadores en un viaje psicodélico a través de las vibraciones de su música.

Lo más notable de la presentación, fue la humildad con la que Aguaturbia hizo su presentación, pues a pesar de ser considerados como una de las leyendas vivas de rock psicodélico en América Latina, la banda optó por una puesta en escena sencilla permitiendo que su música hablara por sí misma. Esta modestia solo sirvió para resaltar aún más su talento innato y su profundo compromiso con la música, creando un ambiente íntimo y real que conectó profundamente con la audiencia.

Aguaturbia fue una experiencia electrificante que dejó una impresión duradera en todos los que tuvieron el privilegio de presenciarla. Con la voz cautivadora de Denise liderando el camino, la guitarra de Carlos Corales y la humildad palpable de la banda en el escenario, fue un recordatorio poderoso del impacto perdurable que la música puede tener cuando se entrega con pasión y autenticidad.

Setlist Aguaturbia:

I wonder who
Si lo sabes todo
Corazón Bye bye
Waterfall
Aun nos queda tiempo
Somebody to love
Evol
En mi lugar
Rolling and Tumblin

Finalizada la presentación de los nacionales, fue el momento del plato principal de la noche, y es que a eso de las 21:00 horas empezaron a aparecer los miembros de la banda que acompañan a Mark Farner, iniciando la noche con el tema “Are you ready?” de Grand Funk Railroad.

El show que nos regaló Farner destacó por su autenticidad y sinceridad. No hubo necesidad de ostentación ni pretensiones excesivas; simplemente se trató de un músico que ha dedicado más de cinco décadas a perfeccionar su arte y compartirlo con el mundo.

Farner, y su banda, ofrecieron un setlist que abarcó lo mejor de su carrera, desde los éxitos de Grand Funk Railroad hasta sus trabajos en solitario. Cada canción era un viaje nostálgico, pero también un recordatorio de por qué el rock and roll sigue siendo relevante en la actualidad.

Esta humildad en el escenario permitió que la verdadera esencia del rock brillara con fuerza, recordándonos que, en última instancia, la música es sobre conexión y emoción.

Los solos de guitarra de Farner fueron verdaderos momentos de maestría musical. Con cada nota, transportaba a la audiencia a un estado de trance. Su habilidad para combinar velocidad, técnica y pasión dejó a todos boquiabiertos y sirvió como recordatorio de la destreza y el talento que solo décadas de experiencia pueden forjar.

Lo más notable fue la diversidad de la audiencia. Muchas personas mayores se unieron al concierto, reviviendo recuerdos de sus años más preciados, pero también había familias enteras, demostrando que el poder del rock trasciende generaciones, lo que sigue siendo una fuerza unificadora que no conoce barrera ni edades.

Quizás uno de los momentos más memorables de la noche, fue el solo de batería. Mientras la batería resonaba con fuerza, Mark Farner se separó de su guitarra y se acercó a un timbal, uniéndose al ritmo con una energía palpable. Este acto no solo mostró la versatilidad del músico, sino que también fue un tributo al espíritu colaborativo del rock and roll, donde cada miembro de la banda tiene la oportunidad de brillar por sí mismo.

Fue durante este solo de batería que el público experimentó una verdadera clase magistral de rock and roll. La combinación de la batería y la entrega apasionada de Farner creó un momento de pura magia musical que quedará grabado en la memoria de todos los presentes.

Esta noche, definitivamente, fue un recordatorio de que más allá de las letras y los acordes, el rock es una experiencia visceral y emocional que trasciende las palabras y las generaciones.