El viernes primero de septiembre se vivió una experiencia distinta y repleta de euforia infantil en el Centro Cultural Teatro Centenario. Llegó a nuestra región una particular banda que hizo de esta noche un recuerdo imborrable para las mentes y mentecitas de todos los asistentes. Todo esto gracias a Jazztick y su álbum de Mario Bros titulado “It’s a Me, Jazztick!”. 

Todavía no eran las 20:00 y los niños de las manos de sus padres emocionados esperaban en la puerta la entrada al Centenario, varios de ellos caracterizaban este encuentro con disfraces, gorros y camisetas de Mario Bros.  El fanatismo por los videojuegos y el anime se veían plasmados en las personalidades del público que, dejando de lado el ambiente familiar, representaba un entorno algo nerd y otaku.

Cuando por fin estuvimos todos dentro, una inesperada voz femenina nos saluda y da la bienvenida a esta nostálgica aventura. La invitada sorpresa de Jazztick, Iris Pamela marcó el inicio de esta noche con el opening «Zankoku na tenshi no teeze» de la serie de anime Evangelion.  

Fotografía por Sauhen Tapia
Para adultos y niños

La familiaridad no sólo se contemplaba en los lazos sanguíneos, sino en la nostalgia por los recuerdos de la juventud de los años 90 que, según la “telonera”, abre espacio para la identificación de los que aún disfrutaban de su niñez en esos años. Y es con esta reflexión que da paso a «Moonlight Densetsu», apertura de la serie Sailor Moon. Para adultos y niños

Una de sus interpretaciones más aplaudidas por los niños fueron las de los videojuegos de Sonic, que para malestar del público, y sobre todo de Iris, fueron interrumpidas por problemas técnicos. Sin embargo los oyentes de esta noche eran particularmente comprensivos y, junto con la cantante y su notable carisma, hicieron de esta interrupción de 15 minutos un detalle insignificante. 

Para seguir con esta velada de covers, Iris interpreta con su voz el ending de Digimon Frontier titulado «Innocent». Y en esta misma línea, canta el tema «Butter-fly», entrada de la serie japonesa Digimon Adventure.  Es en esta sección de canciones donde vemos al público adulto entusiasmado coreando cada palabra de estos anison (anime songs). 

Fotografía por Sauhen Tapia
It’s a Me, Jazztick!

Eran las 21:00 en punto y Jazztick da inicio a su entrada con la épica canción de Super Mario 64, «It‘s-a me mario!». El tecladista Maximiliano González es quien llama la atención primero, no espera ni un segundo para darlo todo en el escenario e igual a un rockstar expresa sus emociones con su teclado. 

Todo el Teatro Centenario estaba con las manos alzadas celebrando «Gusty Garden Galaxy». Y a su fin, la banda dio la bienvenida por cuarta vez a La Serena, destacando esta oportunidad como una de las más concurridas. 

Fotografía por Sauhen Tapia

Entre toda esta euforia, el bajista Sebastian Vera o “Verud” comenta, “que rico que sea un evento en el que se pueda disfrutar con todos los que queremos”, aprovecha de promocionar el disco temático Super Mario y dice, “esto se trata de juegos que nos han reunido toda la vida” y así le da inicio a «Delfino plaza».

En la canción de la isla de Yoshi, Ariel Flores o “Lonco” toca un solo de saxofón que nos deja a todos eléctricos, y aprovecha de compartir algunas palabras: “que maravilla es estar con ustedes bailando, saltando y gritando, nos llena el corazón de emociones”.

“Porque los videojuegos tampoco son sólo para los niños, ahí seguimos nosotros los adultos, insistentes jugando” y así “Lonco” da comienzo a «Fossil falls», canción de Super Mario Odyssey.  

Fotografía por Sauhen Tapia

Cerca de las 22:00 la banda pide sacar las linternas de los celulares para darle sentimentalismo a “Luma”, canción y personaje de Super Mario Galaxy que posee una bella historia que sin duda deja una marca a todo aquel que la sepa. En este momento el público “hace palmas” al son de esta balada. 

Para equilibrar el ambiente, la banda hace saltar al público con la versión ska de «Slider» de Mario 64, para luego seguir con el solo en bajo de “Verúd” «Bowser Road» y continuar con la versión metal de «Bowser ultimate battle». Adecuada elección de canciones para dar un breve break y dejar al público pidiendo más de Mario Bross.

Fotografía por Sauhen Tapia
 Lo que parecía el fin 

Luego de la pequeña pausa la banda pregunta, “¿Cuántos de aquí saben manejar…? Mario Kart obviamente” y tocan las canciones del juego. Era impresionante ver que todos con el mismo ánimo que al principio seguían animados bailando junto a Jazztick.

Cuando pensábamos que era el final del show, aparece nuevamente la sorpresa Iris y cantan «Jump up, super star!». Con esto se intuyó de nuevo que era el término del evento pero a lo lejos, con un sonido profundo, aparecen las voces de la Princesa Peach y, ahora sí, con «Peaches» finaliza este peculiar concierto. 

Este evento nos demostró que no hay que ser niños para disfrutar de este tipo de gustos, que no se pierden de la memoria colectiva, aún siendo adultos. Este espacio que brindó el Centro Cultural Teatro Centenario hizo posible el disfrute en conjunto de una sucesión de generaciones. 

Nota escrita por Amaru Giacometto.

Fotografía por Sauhen Tapia.

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