Una de las clásicas bandas de grunge nos vuelve a sorprender con “Giganton”, un álbum que revolucionó al mundo de la música, ya que demuestran que siguen teniendo un gran potencial al momento de componer y crear. Pearl Jam nos trae un disco conformado de 12 temas que exponen su capacidad de estilos, lenguajes e inspiraciones, y sin duda es uno de sus grandes trabajos dentro de los últimos años.
Este es un disco que muestra revolución, expresión y descontento ante el gobierno de Trump, con toques de grunge adulto, letras agudas e introspectivas, un décimo álbum que atrae a su fanaticada.
La obra abre con “Who Ever Said”, tema que comienza con suspenso, pero de a poco va tomando potencia, elevándose y creando un clima alegre. Las guitarras se elevan, sonando como en “Yield” de 1998. Le sigue “Superblood Wolfmoon”, es un tipo de canción pegajosa, novedosa, que nos recuerda un concierto en los 90’, donde la gente se sacudía y disfrutaba del momento. Sin duda se destaca la voz de Eddie Vedder, ya que conjuga perfectamente con las melodías.
Después de una gran canción, los sintetizadores electrónicos se apoderan de “Dance of the Clairvoyants”, sale de la zona de confort de Pearl Jam, sin embargo, logran crear un sonido agradable, lento y experimental. La guitarra de McCreedy se empodera dentro de los cuatro minutos, mientras está acompañado de la clásica voz sedosa.
Se expresa que poseen mucha energía, dinámica y frescura. Cada canción tiene su toque especial, como “Quick Escape», un tema grueso, lleno de riffs, poderosos solos de guitarra, tonos graves y un bajo que adquiere protagonismo. La canción se desarrolla por sí sola, invitándonos a escaparnos para salir del apocalipsis.
Luego nos encontramos con una melodía tranquila, reflexiva y emotiva, “Alright”, pieza escrita por Jeff Ament que demuestra una oda silenciosa, bastante sorprendente. De esa misma rama aparece “Seven O’Clock”, un extracto emocionante y conmovedor.
“Never destination” es escuchar grunge puro, desenfreno y mucha energía. Siguiendo la misma línea, “Take The Long Way”, es rápida que expresa la rabia y el descontento a través de la guitarra de McCready.
Nuevamente Pearl Jam se hace presente con una canción que suena como una melodía de cuna, «Buckle Up”, escrito por Stone Gossard. Se asimila a un tema con notas simples, con una guitarra deambulante que se siente en desacuerdo con el mensaje. De ese mismo instrumento nace “Comes the goes”, pieza que nos recuerda su Unplugged de 1992, pero este tema tiene toques de country blues, un desenchufado que no podía faltar.
El cierre suena como una despedida tras un largo y gran disco, «Retrograde» y «River Cross», son temas que invitan a perderse entre las melodías, sumergiéndose en la atmósfera que ha creado Pearl Jam durante todo este transcurso, con un lado acústico y por otro lado, un cierre épico.
“Giganton” es un álbum sorprendente, ya que posee diferentes matices musicales, experimentaciones y búsquedas en nuevos sonidos. Pearl Jam acertó en sus jugadas, crearon un disco que expresa su amor por la música y su unión como agrupación.
Por Fernanda Schell.