El año 2011, los californianos sacaron un disco de solo 3 canciones que fue muy bien recibido e hizo bastante ruido, 3 largos temas que poseen una gran calidad y que dejó a la banda con una mejor reputación y que pasaran con su ultima gira por Chile, el próximo jueves 12 de marzo.

Un año después decidieron continuar la serie con “The Parallax II. Future Sequence”, su formato es más tradicional porque se adapta a lo que se conoce como un álbum, ya que a diferencia del primero contiene un número mayor de canciones y mucho más breves que las de su antecesor.

“Goodbye to Everything” es la canción que sirve de intro y ,a pesar, de durar menos de 2 minutos es un increíble tema que posee una clara influencia de Dream Theater, es bastante épica y sirve de perfecto puente para el primer tema “Astral Body” que también tiene un aire a un Dream Theater modernizado.

“Extremophile Elite” es la siguiente canción y la banda mantiene el teclado melódico, junto con riffs que lo acompañan, además de riffs muy en el lado del metal, acá se nota más la influencia de una banda como Meshuggah, en al guitarra y en la voz.

“The Black Box” que por poco supera los 2 minutos es la épica balada de este disco, es uno de mis temas favoritos de este disco, está bien armado, suena espectacular y muestra el variado rango en el cual la banda se puede mover y cómo pueden crear un disco con mucha experimentación y aun así hacerlo sonar conectado.

En “Bloom” se nota como la banda juega con diferentes sonidos con tal de crear un sonido original, pareciendo Talking Heads, por la buena mezcla que se genera después entre estilos, marca a esta canción como una de las mejores, es experimentación bien lograda.

Between The Buried and Me logra capturar la misma esencia que traían de la primera parte y el mismo sonido, solo que ahora con más espacio para más música. Ambos discos puestos juntos son uno de los mejores discos de metal progresivo de los últimos años.

Por: Ignacio Bataller

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