El año pasado, la legendaria banda Pelican regresaba a la escena musical con un nuevo disco que resultó ser una gran sorpresa y de las joyas escondidas del año pasado, en lo que al metal underground respecta.

“Nighttime Stories” es el nombre de este gran álbum que como característica tiene que parece ser un soundtrack de alguna película, lo cual es muy particular de la banda, ya que sus discos suelen ser armados como soundtracks, pero cada canción mantiene su singularidad  lo que permite que no te aburras y  mantenerte en una especie de trance.

En cuanto a su primera canción que se titula “WST” es lento de a poco va aumentando en intensidad, acá la banda demuestra una gran calidad del sonido con el que te vas a encontrar durante todo  el disco, además, tiene una batería que golpea duro y guitarras distorsionadas que hacen sonar la canción aún más potente y épica.

Luego todo cambia cuando llegas a la segunda canción, “Midnight and Mescaline” porque acá todo se acelera, la batería suena más brutal y los riffs vuelan por doquier, fuera de eso tiene una parte donde el bajo brilla y suena espectacular.

Uno de los mejores riffs del disco los tiene la canción homónima, ya que este abre la canción, lo cual te hace pensar que se está escuchando alguna banda de doom o mas especifico sludge y esa gran habilidad de incorporar otros elementos al post-metal es lo que hace este disco uno bien bueno.

Al estar escuchando este disco pensé, “el cierre tiene que ser algo grande” lo que corrobore después de terminar de oírlo porque me di cuenta de que así era. La última canción se llama “Full Moon, Black Water” y dura ocho minutos y acá es donde sale el lado más progresivo de esta banda, para llenar cada minuto de canción con algo interesante de escuchar y que no aburre en ningún minuto, es una de mis favoritas del disco.

Pelican siempre ha sido consistente con sus lanzamientos y han hecho del género del post-metal uno digno de explorar. Este último disco es realmente uno de sus mejores en los últimos años, aun no pierden el hambre de empujar el género aún más con su exploración pero sin dejar de sonar brutales y aplastantes.

Por: Ignacio Bataller

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