Mucho antes de que Paul Masvidal iniciara su carrera como solista, y entre medio de las pausas que tuvo Cynic, este guitarrista exploró una faceta totalmente nueva. Una más cercana al rock alternativo con tintes medios pop que tanto resonaba a mediados de los 2000. Digamos que esto no lo haría solo, pues nuevamente sería acompañado por su fiel batero Sean Reinert.
En este segundo álbum, que inició bajo el nombre de Æon Spoke, logra cautivar con su ya conocida sensibilidad melódica. Algo que consigue gracias a una producción impecable, donde todos los instrumentos están cuidadosamente equilibrados para crear un sonido envolvente y emotivo.
Pareciera que este proyecto significó la posibilidad de por fin explorar libremente ese lado tan emocional de su voz, pero sin dejar de lado la experimentación. Lo que se nota de inmediato con “Cavalry of Woe”, canción que parte con los efectos etéreos que tanto lo caracterizaron en Cynic pero que rápidamente abandona para darnos un trabajo vocal limpio en los coros.
Su propuesta es musicalmente rica y emocionalmente resonante, lo que se mantiene en “Grace” que sigue con el tono melancólico en su delicada instrumentación. A esta se les suma “Silence» con arpegios suaves y ritmos muy hipnóticos. Es una pieza atmosférica desde el inicio nos atrapa con una guitarra que resuena con un toque oriental, elemento que de inmediato invita a la introspección. Masvidal, al igual que en todo este elepé es emotivo y eleva estos paisajes sonoros transformando esta en una experiencia auditiva totalmente inmersiva.
El lado acústico, que ha sido predominante en la mayoría de las canciones, también se nota en «Pablo At The Park», una canción que nos muestra la versatilidad de la banda con cambios de ritmo dinámicos y una energía melancólica, pero contagiosa. Tiene todos los elementos para convertirse en esos grandes clásicos de mediados de los 2000. Sus riffs son más notorios y la batería es suave pero suficientemente imponente para impulsar la canción hacia adelante. De esas que te evocan demasiadas emociones palpables.
La influencia del rock alternativo se hace evidente en los elementos variados de los que gozan sus canciones, sumado a aquellos arreglos más sutiles, pero intrincados. Su enfoque melódico y emotivo añade capas para que cualquiera se aventure a descubrirlas y se atrape con piezas que son simplemente icónicas. Algo que bien se nota con la gran “Emmanuel”, la más hermosa de esta etapa.
Es una canción que derechamente pega fuerte en nuestra sensibilidad gracias a su preciosa lírica. La canción presenta efectos inmersivos con un equilibrio entre momentos reflexivos y explosiones sentimentales. La guía de todo esto es Paul Masvidal y su emotiva voz, quien transmite la intensidad emocional de la canción, llevando al oyente a un viaje introspectivo, pero conmovedor. Se transforma en la muestra perfecta del talento y sensibilidad que tanto el artista como el resto de la banda tienen. Incluso en la actualidad sigue siendo una de las canciones más icónicas de su repertorio. De seguro estará en su nueva visita a nuestro país.
b» logra ser un álbum que cautiva desde la primera escucha y nos invita a descubrir su sin número de elementos con cada reproducción. Con su expresión emocional única y atmósferas totalmente envolventes, este es un disco que merece un lugar destacado en la discografía del artista, una parada más que necesaria en su faceta más íntima y emocional.
Paul Masvidal, se estará presentando en formato acústico el próximo 10 de abril en el Teatro Nescafé de las Artes. No te pierdas esta experiencia única.