Parece que hubiera sido ayer cuando salía a andar en skate con mis amigos por allá en mi época de liceo. Aquellos tiempos donde solo importaba quién sacaba el «kickflip» perfecto. Donde salir a patinar, sentir el viento rozando mi rostro y el sonido de mis audífonos reproduciendo a «Eterna Inocencia» me hacía sentir libre.
Hoy en día entiendo que los años pasaron, los tiempos de skate también pero la buena música no pasa, sigue estando allí y consigo recuerdos inmortalizados al ritmo del «punkypatin».
Esto fue lo que ayer vivimos en bodeguita de nicanor y a lo que siempre he destacado. Experimentar la música en vivo, sobre todo un género tan furioso y eufórico, es otro tipo de vivencia.
La apertura de puertas según la organización era a las 19:00 y el comienzo del show a las 20:00. Cosa que el primer punto si fue puntualmente correcto mientras que el segundo horario no tanto, ya que recién cerca de las 20:30 el show recién mostraba señales de iniciar. Y señalo esto no como una crítica sino por la ansiedad que sentíamos como fanáticos, quienes gritábamos y silbábamos tratando de apresurar la salida de nuestros amigos argentinos.
Hasta que comienzan a entrar los integrantes y suena: «Viejas esperanzas» el tema que abre el álbum y tour que hace honor a este mismo «las palabras y los ríos«.
Y tal como esperaba, el público (incluído yo) explotó en una rebosante euforia que se terminó de derramar sobre La Bodeguita de Nicanor, la cual parecía un mismo infierno, no especialmente por la música sino por el calor que logró transformar el recinto en un sauna. A lo cual esto no impidió que aunque totalmente bañados en sudor los fanáticos y la misma banda lograran desentrañar toda esa energía almacenada en los corazones.

Luego de los primeros 4 temas provenientes del disco en cuestión, suena uno de los favoritos personalmente hablando y claramente del público en general: «Nuestras Fronteras»
Canción que escuché más ser cantada por el público que por Guillermo. Quién desgarró sus cuerdas vocales en un intento por ser escuchado pero que fue en vano ya que el canto de nosotros fue mucho mayor, como una pared gigante de voces aplastantes que atacaban como balas directo al corazón de cada uno de los integrantes de la banda.

Cada vez iba creciendo aún más la energía que vibraba entre nosotros, entre sudor, gritos, silbidos, gente volando desde el escenario hacia el público hasta la gente que coreaba desde el balcón. Ya no había escapatoria, había que entregarse a la euforia del momento.
Hasta que suena «Sin Quererlo» canción que terminó de destruir la poca voz que a mi y a unos cuántos más nos quedaba, tomando en cuenta que aún quedaba un poco más de la mitad del álbum, agregando también la apertura de la segunda parte del show.
Una de las cosas que destaco de la banda trasandina, es el poder de sus letras, las cuales nos recuerdan eventos trágicos vividos en nuestro país hermano. Situaciones de las cuales podemos empatizar, ya que son hechos que se asimilan a lo vivido en nuestro país y que siguen sucediendo hoy en día. Guerras, detenidos desaparecidos, asesinatos y destrucción de los pueblos que nos dieron origen y que aún se siguen levantando en contra de la injusticia. Es por eso que como buen profesor de historia y un poeta a su estilo, Guillermo, nos explica parte del significado de algunas canciones como lo fue: «Mártires de Trelew«. Dándole un sentido aún más emotivo al evento que estábamos viviendo, uniéndonos cómo hermanos de un solo continente.
Y luego de casi 1 hora de concierto, llega el final de la primera parte junto a la canción que calmó los corazones e invitó a corear la balada predilecta: «Vientos del amanecer«. Con una guitarra acústica ejecutada armoniosamente por Fede Lombardi y con Guillermo uniéndose en las guitarras eléctricas.
Esto no solo ayudó a unir al público con la banda, sino que también a darnos un respiro ya que se venía la segunda parte del show. El cual comenzó con una canción que más de alguno dedicó al amor de su vida: «Le pertenezco a tus ojos«. Canción que sabemos, termina más cruda que tierna.
Aquí es cuando el público demostró que ya había recuperado el aliento porque no demoró en crear un circle pit para terminar la canción de forma magistral.
Así fue como el concierto se iba desarrollando y siguió creciendo en intensidad, repasando parte del repertorio más antiguo de la banda, la cual está a puertas de los 30 años de carrera. Con esto mismo, recalco la interpretación de la canción que forma parte del primer álbum lanzado en 1995: “Cuando pasan las madrugadas”. Composición que marcó mi juventud y de seguro la de muchos fanáticos presentes en aquella noche de punk rock. Canción sulfurosa, rápida, como si fueras bajando las calles a través de tu skate, con el viento golpeando tu rostro a toda velocidad.

Esta es la energía que transmite la banda y que su fanaticada devuelve de forma totalmente monstruosa. Gritando y saltando como si no hubiera un mañana, como si la vida dependiera de esto. Guillermo, agradecido, nos decía: “muchas gracias por venir un domingo, loco. Muchos van la pega mañana pero aquí están dando aguante.”
Finalmente, “Puente de Piedra” fue la encargada de cerrar este certamen. Con la emoción brotando por los poros y deslizándose por el sudor de los fanáticos que dejaron (dejamos) un hito para nuestra memoria, corazón y el recinto que dió abasto a esta masiva sesión de 25 canciones de “punkypatin”, La Bodeguita de Nicanor.
Setlist:
1 – VIEJAS ESPERANZAS
2 – A ELSA Y JUAN
3 – TRIZAS DE VOS
4 – ENCUENTRO MI DESCANZO AQUÍ
5 – NUESTRAS FRONTERAS
6 – VIVAN MIS CAMINOS
7 – SALUDOS A LOS MAQUIS
8 – SIN QUERERLO
9 – MÁRTIRES DE TRELEW
10 – DESPOSEÍDOS
11 – LA MUERTE POBRE
12 – TAL LEJOS
13 – VIENTO DEL AMANECER
15 – ME LLEVARÁS
16 – BEATRIZ
17 – CASSIOPEIA
18 – TÓMALO CON CALMA
19 – RIO LUJAN
20- CARTAGO
21 – A LOS QUE SE HAN APAGADO
22 – ABRAZO
23 – CUANDO PASAN LAS MADRUGADAS
24- INOCENCIA
25 – WEICHAFE CATRILEO
26 – PUENTE DE PIEDRA
Por: Javier Donoso
Fotos: Natalia Godoy